El regalo mas grande

No hace mucho que formas parte de mi vida, no hace nada para ser mas exactos, pero no importa el tiempo, sino lo que has hecho durante... Me has hecho feliz con solo uno de esos abrazos tuyos tan especiales que das, con cualquiera tontería que has soltado en un momento en el que quizás yo no estaba bien, me has hecho olvidar en muchos momentos que estaba solo, porque estabas tu regalándome mimitos, dandome cariño con solo una miradita tuya. Y por eso hoy, yo quiero regalarte en forma de palabras todo eso que me has estado desde el primer minuto que te vi. Hoy en este día tan especial para ti, y para los que te queremos, en los cuales ya me incluyo, deseo regalarte una parte de mi pequeño corazón. Creo que me explico bien cada vez que te beso, sin necesidad de decir ni una sola palabra, el mayor regalo puede ser ese.. saber que siempre me tendrás aquí, allí, donde estés.. Dani, feliz cumpleaños, ojala pueda regalarte 70 abrazos mas en palabras, uno por cada año que viva a tu lado.

Un rayo de Sol

Que mas voy a decir... Un rayo de sol, eso sois en mi.

Verlo todo claro

Es como volver a nacer, volver a vivirlo todo de nuevo, empezar desde cero, desde atrás, con un punto de vista diferente al que ya tenias. Para muchos sera una soberana estupidez, pero muchos otros pocos me comprenderan. Es verlo todo claro, es saber que no todo es negro o blanco, que hay mas cosas, mas sensaciones, mas inquietudes... Soy yo, el que siempre he querido ser, pero diferente.

Amueblamiento.

Puede parecer una tontería, me da igual, no me importa, para mi es algo grande. Vuelvo a estudiar, vuelven los madrugones, los proyectos, las desesperaciones, vuelve la ilusión de saber que estoy haciendo algo que me gusta, Amueblamiento, de la rama de Interiorismo. Hace pocos días pase la prueba de acceso, 6.55, no es mucha nota, pero fui el que mayor nota saco. Orgulloso de mi, orgulloso de querer, orgulloso de diseñar mi vida.

Y un rico corazón

Hará ahora cuatro días, y unas pocas horas, en una tarde como otra cualquiera, en la que parecían que las horas no pasaban, destaco sobre los demás clientes una señora, de vida pobre aunque alegre, arreglada, aunque algo desaliñada también, a 40 grados en la sombra, con un abrigo y moño estropajoso. Un buenas tardes me da, continuado de muy buenas palabras y sonrisa tímida. Yo, algo incrédulo, algo estúpido quizás, no di mucha importancia a la anciana, cuando de pronto, me pide muy cordialmente una entrada para La Traviata, opera que esa misma tarde íbamos a proyectar. Yo le ofrecí butaca, ella prefiero no hacerme caso y escoger otra mas a su gusto, se la vendí, por supuesto. Catorce euros son, dos euros mas me dio, cogió su entrada, me sonrió, y se marcho. Y en ese mismo momento, en ese preciso instante me hizo ver, que tendrá poco dinero, pero mejor corazón que yo. Ella es rica en la vida, sabe ser feliz, no como yo. Ya quisiera yo su rico corazón